El sábado 16, se reunieron en Celanova los niños de “Infancia Misionera” de la Diócesis de Ourense. La Delegación de Misiones, Delegación de Infancia y la de Catequesis fueron los organizadores de esta concentración anual de niñas y niños. Procedían de parroquias como la de Carballiño, Verín, Cortegada, Santiago de las Caldas, S. Pío X, Inmaculada, Ramirás, Colegio de la Josefinas y, por supuesto los de Celanova. Rondaban los 400 a pesar del día lluvioso con que nos obsequió este tiempo de abril.
Comienza la reunión en el pabellón de deportes, situado muy cerca del Monasterio. Allí se van juntando, conociendo y animando con las actividades y cantos que le organizan. Con la recepción de los últimos, les saluda y da la bienvenida el Sr. Alcalde de Celanova, D. José Luis Ferro. Y, aprovechando una escampada, se trasladan a la iglesia del Monasterio de San Rosendo. Teniendo en cuenta que estamos en el año Santo de la Misericordia y este templo es un lugar para ganar las gracias del mismo, se le rocía con agua bendita al entrar al templo por la puerta Santa.
Antes de la Santa Misa, que preside el Sr. Obispo de la Diócesis, D. Leonardo Lemos, ensayan los cantos que el Coro Infantil de Celanova les va a dirigir. La eucaristía fue un momento de celebración y participación. En la homilía del Sr. Obispo, les mantuvo atentos a través de un diálogo con ellos, que no les permitía distraerse. Al final de la misma, se marcharon al pabellón a saciar el hambre que le estaba rondando.
La tarde, siempre acompañados de la lluvia, se dedicó a conocer el monasterio. Cuatro monitores fueron informando a pequeños grupos que pasaban 1 ante la facha, 2 templo, 3 sacristía y 4 Capilla S. Miguel y Claustro. La información que se le daba era adaptada a su edad. La lluvia condicionó algunas de estas presentaciones.
La última actividad era ir hasta el santuario del Cristal a pié. Pero el tiempo lluvioso hacía inviable el proyecto. Y, el Rector del Santuario, D. Antonio Gómez Rojo, trajo la imagen de la Virgen a Celanova, rezando y cantando delante de la misma. Un acto muy agradable para los niños, que pudieron ver de cerca la imagen de la Virgen más pequeña del mundo.
Terminado este acto emprendieron el viaje de regreso a sus parroquias, que a pesar de la lluvia, resultó muy bonito para todos los niños y niñas.
