El Viernes Santo, a las 12, comenzó la escenificación, dirigida por D. Alfredo Vázquez Dorado, con la actuación de 53 personas, que asumieron los diversos papeles encomendados.
El templo parroquial de Celanova se quedó pequeño para dar asiento a un millar de personas que querían presenciar la puesta en escena de la pasión y muerte de Jesús. Había niños, jóvenes y adultos que siguieron muy atentos, a veces emocionados, los relatos evangélicos, adaptados a este tipo de obras.
La realización, llevada a cabo por las diversas personas, ha resultado óptima, extraordinaria. La dirección de Alfredo Vázquez Dorado, consiguió a través de dos semanas intensas de ensayos, que todos y cada uno de los actores se sintieran identificados con el papel queda uno asumía. Hay que destacar al joven Alex Diz, que por primera vez representó a Jesús, viviéndolo de una forma extraordinaria.
Muchas novedades hemos podido captar con referencia a años anteriores, tanto en el atuendo de los vestidos: soldados romanos y judíos, como en los efectos artísticos que han mejorado la realización.
Celnova ha vivido el primer acto, preludio de los de la tarde: liturgia del viernes Santo y procesión por las calles de
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