Celebración festiva V. Encarnación

                   

     Celanova se vuelca, el primer domingo de agosto, para honrar y celebrar a la Virgen de la Encarnación. Lo viene haciendo en esta fecha, además del 25 de marzo, desde finales del s. XIX.

 Es la expresión de la fe arraigada en  el pueblo que  goza manifestando el amor a la Virgen. 

En la novena, en el  templo parroquial de S. Rosendo, han participado un numeroso grupo, cada uno de los días de la misma. Pero, ya el primer domingo de agosto, tanto la Misa como la procesión hasta su  santuario en le Ermida, es una manifestación de ese gozo y veneración que sus devotos  viven con mucha alegría.

            La Eucaristía comenzó a las 11,30 con la colaboración musical tanto de la organista Dª  Mª José  Mosquera, como la Coral Polifónica Solpor. Estuvo presidida por los sacerdotes de la parroquia D. Cesáreo Iglesias y D. Benito Gómez. Una vez terminada, se organiza la procesión: el Niño Jesús llevado por los niños y la Virgen por cuatro hombres que se preparan para portarla de una forma  digna, alternando con los numeroso devotos que desean transportarla.

            El recorrido es salida a la calle S. Roque, Colón, Pardo Bazán, Plaza Mayor, Botica, Plaza do Millo, calle Abaixo, alfombrada con rosas y dibujos del ángel saludando a María, Ermida y entrada a la capilla por la carretera de Xinzo. Se pueden observar balcones adornados con los faroles y ramas de la “ramallosa” que precede a esta fiesta de la Encarnación.  Durante todo el trayecto acompaña la Banda de Música de Celanova, terminando con un pequeño concierto en el cabildo del santuario.

No faltaron la descarga atronadora y ensordecedora de cohetes, sumándose al carácter festivo de esta celebración mariana.